¿Cómo incorporar la evaluación a la práctica organizacional?

A continuación algunos aspectos para hacer de  la evaluación  de impacto una práctica incorporada en la ejecución de las acciones formativas:

  • partir de la premisa de que es necesario evaluar todas las intervenciones y tener información sobre los resultados, efectos e impactos para la toma de decisiones;
  • considerar la evaluación de impacto como una práctica del quehacer  organizacional y no como  un evento puntual o una intervención aislada;
  • asegurarse  de que la evaluación de impacto forme parte del diseño del programa de formación, incluyendo las acciones necesarias para llevarla a cabo y realizando las provisiones financieras;   
  • concebir la evaluación de impacto como parte de un sistema que incluye:
    •  la detección de necesidades formativas;
    • un diseño curricular pertinente y flexible enfocado al desarrollo de las competencias requeridas;
    •  la implementación de todos los niveles de evaluación (satisfacción, aprendizaje, transferencia, impacto y retorno de la inversión). 

Si no existe orientación a la demanda, un compromiso con la calidad o si no  puede verificarse que los participantes han reaccionado positivamente, han aprendido efectivamente y han podido transferir sus aprendizajes, los cambios operados en las personas, la empresa o la sociedad no podrán atribuirse a la intervención formativa.